"La opinión pública es más exigente con las mujeres funcionarias"

Fotografias y  texto por : Carolina López Soto

Teresa Vicencio Álvarez, licenciada en Humanidades por la Universidad del Claustrode Sor Juana, fungió desde 2001 como directora del Centro Cultural Tijuana (Cecut), donde durante ocho años siempre estuvo a favor de la equidad de género en el ámbito laboral.
A partir de abril de 2009 ocupó la dirección del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la Ciudad de México, donde comenta el doble esfuerzo que realizó desde el inicio de su cargo para cubrir las expectativas. Por otro lado, exalta las desigualdades a las que la mujer es sometida y porqué considera necesaria una revolución cultural.

La ex productora y conductora de programas culturales para Radio Educación, explica lo que para ella representa la liberación femenina y resalta la defensa de sus ideas, aunque con ello la cataloguen como “feminista”.

La mujer ante la opinión pública…
Tengo la percepción de que la opinión pública es doblemente exigente con las mujeres funcionarias. Aunque todos los funcionarios tienen que demostrar que son capaces, inteligentes, y que reúnen la experiencia para hacer el trabajo que se encomienda en los puestos directivos; en el caso de las mujeres, debemos demostrarlo doblemente por la desconfianza o suspicacia que no se tendría hacia un hombre.
No se cuestionan las mismas cosas para las mujeres que para los hombres. Las mujeres tienen una doble exigencia, porque después de ser nombradas es como si apenas tuvieran que demostrar si es correcto su nombramiento y que tienen la capacidad para realizar el trabajo.

Roles equitativos en cuanto a género…
Culturalmente, aún tenemos mucho que avanzar como sociedad, porque los roles no son claramente
equitativos. Aunque se diga que hay igualdad de oportunidades para que la mujer tenga un desarrollo profesional, de facto, la carga del sostén familiar y del propio funcionamiento de una casa sigue cayendo en la mujer. Esto implica que difícilmente se esté liberando a la mujer de una doble responsabilidad que igualmente es demandante. 
Cualquieraque termine su jornada laboral, también tiene que cumplir con la de sus hijos, su familia.
A nivel escrito, sí hay leyes que benefician a la mujer pero en la realidad no se llevan a cabo. Se necesita que avancemos culturalmente, para que las tareas sean repartidas igualmente.Se necesita una revolución cultural y social, que todavía no se da. Trastocar los roles que ha generado la sociedad.

Revolución cultural y social…
Lo más importante, es la educación que nosotros les damos a nuestros hijos y a las jóvenes generaciones, éstas son quienes tienen que aprender a compartir las responsabilidades, a respetar los roles de género, y a concientizar a la familia para que reparta las obligaciones de una forma más equitativa.

La liberación femenina…
Es un movimiento importante que tocó la equidad de género y que irrumpió como una verdadera revolución.
Va tomando diferentes matices entre cada década, nada surge por generaciones espontáneas, son caminos que la sociedad va trazando y que en algún momento de la coyuntura histórica irrumpe. Es un movimiento acentuado que va tomando su camino, como lo es el voto de la mujer.

Feminista…
Si feminista, significa tener una actitud laboral y familiar que promulga la equidad de género, sí, definitivamente soy feminista.

Valores que se están perdiendo…
La honestidad y la responsabilidad. Cuando hay un sentido de responsabilidad con quienes nos rodean, con la ciudad que habitamos, con todos en general; las relaciones tienen una línea muy marcada para generar energías y avanzar. Un componente importante para ello es la honestidad.

El arte, promotor de valores entre los jóvenes…
Sí, por muchas razones. El quehacer artístico brinda a las personas un sentido de identidad y cuando uno aprecia lo que es y lo que tiene, se arma un escudo que no permite una vulnerabilidad hacia la corrupción, tentaciones y las acciones que son dañinas para la sociedad. El arte, es un medio de expresión, entretenimiento, de desarrollo de talentos, y evita que los jóvenes tomen otros caminos que al final sean dañinos.

Oportunidades equitativas…
En los ocho años que estuve en el Centro Cultural Tijuana, hubo más mujeres ocupando cargos en jefatura media o subdirecciones. Lo atribuyo a que las oportunidades deben abrirse de manera equitativa y las mujeres accedan en un número proporcional, pero cuando no hay mujeres ocupando ciertos cargos, quizás es porque la apertura no fue equitativa y no porque las mujeres no sean capaces de ocupar dichas vacantes.

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