Museo Taurino de la Ciudad de Mexico 2006

El Sol de México
Carolina Lòpez

Ciudad de México.- Para placer de los taurófilos, esta semana abrió sus puertas al público el primer Museo Taurino de la Ciudad de México, que se ubica a un costado de la Plaza de Toros, en la colonia Nochebuena, con el objetivo de fomentar el arte de Cúchares y la pasión por la fiesta brava.

Entre muchas otras cosas que el visitante podrá descubrir en este recinto, se encuentran los estoques de Mario Moreno "Cantinflas", fotografías de la muerte de "Manolete", el más grande torero de la fiesta brava quien falleció al ser herido por una cornada en la ingle. Se encuentran también carteles de seda que anunciaban las corridas de 1885 así como la evolución que han tenido a lo largo de la historia los trajes taurinos.

El encargado del Museo Taurino Mexicano, Clemente Niño, informó a El Sol de México, que la creación del museo fue posible gracias al número de piezas otorgadas por Diego Carmona Ortega, fiel conocedor de las fiestas taurinas, y mencionó que fue la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos quien les prestó el espacio para la exposición taurina.

Es en este espacio donde se plasma la historia de 300 toreros a través de las fotografías colgadas en las enormes paredes y las pertenencias personales así como trofeos taurinos, capotas, trajes de luces, muletas como las de Manuel Capetillo, y Silverio Pérez de 1944, entre otras grandes figuras.

Hay capotes forrados con imágenes religiosas como la Virgen de Guadalupe y Jesús, porque es costumbre que cuando un torero sale al ruedo de la Plaza de Toros México, se encomienda al santo de su devoción para no ser herido y coseche los aplausos para cortar los máximos trofeos taurinos; las orejas y rabo.

Más adelante el encargado del Museo Taurino Mexicano, nos refirió que la exposición no tiene un público definido es para todas las edades, y afirmó que para quienes desconocen las reglas de la fiesta brava hay tablas didácticas donde indican los tres tiempos de la estocada que es la forma en como matan al toro.

Al hablar de las corridas y de los toreros, emocionado, explicó que el torero debe entregarse en la plaza. Y mientras más cerca la bestia se encuentre al matador, más interesante será el espectáculo y expresó una máxima: "con un paso atrás puede morir el arte y con un paso adelante puede morir el torero."

Caminando por los pasillos del museo se pueden observar las cabezas de toros disecados, negros y cafés, pegadas sobre rombos planos de madera, colgadas en las paredes donde se puede constatar su tamaño y fortaleza.

Es que, nos explica Don Clemente, los toros reales llegan a pesar de 450 hasta 600 kilogramos y pueden ser letales para el torero, es por eso que sólo son toreados por expertos. Señala que hubo un toro real llamado "pajarito" que saltó hasta las gradas del público causando daños menores, hace casi dos años, y que no obtuvo su pase para ser disecado y expuesto en la galería taurina.

El encargado hizo notar que son muchas las piezas, ropa, recuerdos, pinturas y carteles que componen el museo; pero hizo un llamado a los aficionados a la tauromaquia a donar objetos taurinos de personalidades importantes, mismos que se integrarían a los que ya están en exhibición. Para mayores informes llame al 55163203 y 52728625.

En tanto, que subraya el Museo Taurino espera a quienes deseen conocer la historia de la tauromaquia en México, a que asistan de martes a domingo de las diez de la mañana a las seis de la tarde. El precio de la entrada es de 35 pesos adultos y 15 pesos niños, aunque a estudiantes y profesores con credencial se les hará un descuento del 50 por ciento en el precio de la entrada.

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